Los años le van haciendo caer a uno en cuenta que la vida hay que tomársela menos en serio, que puedo reirme de mi más de la cuenta, que puedo bromear, caminando entre lo serio, dramático y trascendental, conversar de lo que antes no hablaba, hacer deconstrucciones de lo cotidiano, ejercitar la ironía y gozar con mi nariz roja. Eso es un poco de lo que trata este blog. De antemano agradezco su visita.